lunes, 2 de enero de 2012

BIOGRAFÍA DE CARLOS AUGUSTO SALAVERRY

BIOGRAFÍA DE CARLOS AUGUSTO SALAVERRY
PRESENTACIÓN
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
1.      HISTORIA DE VIDA DE CARLOS AUGUSTO SALAVERRY
2.      MOVIMIENTO LITERARIO
3.      PRODUCCIÓN LITERARIO
1.2.1. POESÍA
1.2.2. TEATRO
1.3. POEMA: ACUÉRDATE DE TI









DEDICATORIAS
A Dios, el motivo de mi existe; a mis padres, que día a día se esfuerzan por darme lo mejor, y mis profesor@s que por sus brillantes clases lograré lo mejor.
MARIO JUAREZ


A Dios por regalarme el despertar de cada mañana y a mis padres por brindarme su apoyo incondicional labor me guían por el camino de la superación.
MARITZA PRIETO


A  Dios por darme la vida para realizar mis anhelos y a mi padre con mucho amor y cariño por ser mi guía siempre.
JHONNY ALBURQUEQUE



INTRODUCCIÓN
Actualmente en nuestro país, se aprecia cierta indiferencia por la difusión de obras literarias de autores (as) peruanos (as) y esto se agudiza  con mayor frecuencia en el entorno en que vivimos, evidenciándose la falta de interés por conocer la literatura regional. Todo esto y la poca difusión que la literatura regional tiene en las instituciones educativas del distrito y la provincia, deja ver la necesidad de indagar y promover el estudio profundo de los (as) representantes de la literatura.
El referido autor es Carlos Augusto Salaverry sin dudas y una de las voces para difundir en nuestra región.
Este trabajo monográfico es una forma de rendir homenaje a las personas que han sobresalido  en nuestra literatura regional ya que las personas que viven y no esperar a que partan del mundo terrenal para destacar la trascendencia de su vida y obra, dignos de ser reconocidas y admiradas tanto en nuestro ámbito local, como regional y nacional.
Esperamos que este trabajo monográfico genere reflexión y deseos de cambio sobre todo en la juventud deseosa de nuevas metas o de abrir caminos, no solo en la ciencia sino también en el arte o en la literatura.
En este último campo, es importante difundir la voz de los /as autores/as quienes a través de sus obras testimonian y patentizan el espíritu de su realidad y de su época.
El presente trabajo de investigación se ha estructurado en diferentes partes que a continuación detallamos.
1.      HISTORIA DE VIDA DE CARLOS AUGUSTO SALAVERRY
2.      MOVIMIENTO LITERARIO
3.      PRODUCCIÓN LITERARIO
1.2.1. POESÍA
1.2.2. TEATRO
1.3. POEMA: ACUÉRDATE DE MI
CARLOS AUGUSTO SALAVERRY

CARLOS AUGUSTO SALAVERRY RAMÍREZ

NACIMIENTO              :           04 de diciembre de 1830
                                               SULLANA – PIURA –  PERÚ
NACIONALIDAD          :           PERUANA

OCUPACIÓN               :           POETA, DRAMATURGO, MILITAR, POLÍTICO,                                                          DIPLOMÁTICO.
GÉNERO                     :           POESÍA, TEATRO.
SEUDÓNIMO              :           “EL RUISEÑOR DEL CHIRA”
                                               “EL CANTOR DE LOS SEPULCROS”
MOVIMIENTO                        :           ROMANTICISMO

DEFUNCIÓN                :           09 DE ABRIL DE 1891
                                              
Carlos Augusto Salaverry Ramírez (* Sullana, 04 de Diciembre de 1830 . * París, 09 de Abril de 1891) fue un poeta y dramaturgo peruano, considerado, en el panorama de la literatura de este país, como el más destacado del periodo romántico junto con Ricardo Palma.

HISTORIA DE SU VIDA
Sullana, una ciudad dueña del calor sofocante y con una larga tradición histórico – social, habitado por gente alegre y poseedora de un nivel de ternura muy grande, fue cuna de un niño, que con el paso del tiempo sería una de las máximas figuras líricas en el Perú
Carlos Augusto Salaverry nació en la hacienda “La Solana” jurisdicción del hoy distrito de Lancones en la provincia de Sullana. Fue hijo espurio del entonces coronel Felipe Santiago Salaverry del Solar, quien luego fue presidente del Perú entre 1835 y 1836; y de la dama de La Solana, Vicenta Ramírez Duarte Hija de Francisco Ramírez De Gastón y Juana Duarte.
Carlos Augusto Salaverry tuvo un destino muy azaroso y turbulento, arrancado del seno materno.
Su padre quiso que se educase en Lima y no en la ardiente provincia piurana, ni tampoco al lado de su madre. Traído pues a Lima, creció y se educó bajo los cuidados de Juana Pérez de Infantas, la esposa legítima de su padre, y al lado de su hermanastro, llamado también Felipe Santiago.
Su vida en una casa absolutamente extraña fue triste. Tenía solo 6 años cuando su padre fue derrotado y fusilado por Andrés de Santa Cruz, quien usurpó el poder en el Perú (1836). Hubo de seguir entonces a sus familiares en el destierro a Chile. Fue así como su personalidad empezó a formarse en la soledad, la tristeza y las penurias económicas. Apenas pudo cursar estudios elementales.
Tras la caída de Santa Cruz, pudo retornar al Perú (1839). A la edad de 15 años ingresó al ejército en calidad de cadete, en el batallón Yungay (1845). Trasladado de guarnición en guarnición, acaso por temor de que acariciara excesivos sueños de gloria como su célebre padre, vio así pasar los años de su mocedad, entre las alternativas del servicio y los pronunciamientos militares.
Pero la rígida disciplina del cuartel no ligaba con su temperamento liberal. Se caracterizó por su propensión a la soledad y al estudio. Parece que en aquella etapa, merced a los ratos hurtados para entregarse a la lectura de Víctor Hugo y Heinrich Heine, nació su decidida vocación por las letras.
Luego, precoces amoríos con Mercedes Felices lo llevaron al matrimonio, unión que resultó fugaz y desdichada. Tenía entonces 20 años. Después se dejó arrastrar por otra pasión amorosa, esta vez por Ismena Torres, cuya familia se trasladó a Europa, para alejarla de él, y donde aquella se casó con el hombre que le impusieron. El diario en prosa escrito por Salaverry para registrar las incidencias de su idilio con Ismena se convirtió después, transpuesto al verso, en su mejor obra: Cartas a un ángel.
Ascendió a Teniente en 1853 y a Capitán en 1855. Su vocación poética se hizo pública de casualidad. Sus primeros versos aparecieron publicados en El Heraldo de Lima, en 1855, gracias a la intercesión de su amigo Trinidad Fernández, poeta y militar como él. Salaverry las firmó con sólo sus iníciales. Tenía entonces veinticinco de edad. Por esos años estrenó también sus primeros dramas que obtuvieron resonantes éxitos: Arturo (su primer estreno), Atahualpa o la conquista del Perú (1854), Abel o el pescador americano (1857) y El bello ideal (1857), cada uno de ellos en cuatro actos y en verso.
Ostentaba el grado de Sargento Mayor cuando inició su participación en la agitada vida política peruana, como secretario del coronel Mariano Ignacio Prado, durante la revolución que este militar inició en Arequipa contra el gobierno de Pezet, a propósito del incidente con España (1865). Poco después, siempre a lado del dictador Prado, actuó en el Combate del Dos de Mayo contra la flota española y dentro de las filas que comandaba el coronel Francisco Balta. Luego secundó la revolución encabezada por el coronel José Balta (1867) contra la dictadura de Prado.
Con la ascensión al poder de Balta (1869), fue incorporado al servicio diplomático, como secretario de legación, trabajo que le permitió recorrer Estados Unidos, Inglaterra, Francia e Italia. Antes ya había publicado la primera edición de su poemario Diamantes y perlas (Lima, 1869). En Europa editó la colección de poemas titulada Albores y destellos (El Havre, 1871), obra que incluye tres libros: el del título propiamente dicho, Diamantes y perlas y Cartas a un ángel.
Se hallaba en París, cuando, al subir en Perú el régimen civilista de don Manuel Pardo, se enteró que su cargo había sido suprimido, sin concedérsele derecho a pasaje ni indemnización alguna. Durante seis años el gran poeta sobrellevó una existencia de angustia en Francia, llegando al extremo de pensar en el suicidio como única solución a sus despiadados conflictos conyugales y amatorios.
En 1878 regresó al Perú, envejecido y amargado. Gobernaba nuevamente el ya general Mariano Ignacio Prado. Pero, al año siguiente estalló la guerra con Chile, y el poeta hubo de cumplir sus deberes de ciudadano. Producida la ocupación de Lima, se unió al gobierno provisional de Francisco García Calderón, en la Magdalena Vieja, acompañándolo en sus gestiones pacifistas. Pero un mal día García Calderón fue apresado por los invasores y deportado a Chile.
Salaverry, después de publicar Misterios de la tumba (Lima, 1883), poema filosófico, emprendió nuevamente viaje a Europa, donde le aguardaba el amor, un amor ya crepuscular. Contrajo entonces matrimonio por segunda vez, en París. Luego viajó incesantemente por diversas ciudades de Italia, Suiza y Alemania. Al terminar esta gira feliz en 1885 sintió los primeros síntomas de la parálisis que lo aquejaría el resto de su vida. Su vida se fue apagando debido a la enfermedad, ocasionándole la muerte el 9 de abril de 1891, en París. Sus restos fueron repatriados en 1964 a su tierra natal, reposando en el cementerio "San José" de Sullana.
POESÍA
Salaverry abarco géneros diversos, aunque lo más valioso de su producción es su obra lírica, que destaca —en los momentos en que no abusa de estereotipos poéticos y sentimentales típicos del romanticismo—, por su musicalidad, su sensibilidad y fuerza sentimental cuando llega a expresar emociones sinceras y su espíritu interior. En su obra se nota el influjo de la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer, que lo estimuló a abandonar las fórmulas gastadas del romanticismo por un estilo más profundo y personal.
Su poesía se reúne en cuatro libros:
Diamantes y perlas (1869). Se compone, sobre todo, de sonetos variados, algunos circunstanciales y otros de temas amorosos y también festivos.
Albores y destellos (1871), reúne la gran mayoría de poemas con motivos político-sociales y los que tratan, a veces arrebatadamente rozando con la metafísica, el tema de la muerte.
Cartas a un ángel (1871), en cuyo conjunto pueden encontrarse algunos logrados poemas amorosos y eróticos, inspirados en la misma mujer. Opina Alberto Escobar: "Por ser libro de amor, Cartas a un ángel es al mismo tiempo, canto de dolor, a la ausencia, al pasado feliz, al sentido del tiempo; perspectiva amatoria que Salaverry poseyó como pocos poetas peruanos. Ha sido en esos versos en los que su talento dio el fruto menor; de la anécdota personal asciende Salaverry al tema permanente del amor e incide así en un rasgo esencial del carácter humano". De esta colección pertenece el poema antológico “¡Acuérdate de mí!”, ampliamente reproducido en los textos escolares.
Misterios de la tumba (1883), poesías de reflexión filosófica.
Su poesía completa fue publicada en Lima en 1958, por la editorial Alberto Escobar.
TEATRO
Escribió, según afirman los tratadistas, aproximadamente una veintena de piezas teatrales, grandilocuentes y claramente románticas, que fueron estrenadas en Lima (y una en el Callao). De entre las que fueron impresas destacan las siguientes:
Atahualpa o la conquista del Perú (1854),
Abel o el pescador americano (1857),
El bello ideal (1857),
El amor y el oro (1861),
La estrella del Perú (1862)
El pueblo y el tirano (1862).
Del resto de su producción teatral sólo se conservan los títulos: Arturo, Los ladrones de alto rango, Sueños del corazón, La espada de San Martín, El hombre del siglo XX, Un desconocido, El virrey y su favorita, Gigantes y pigmeos, La escuela de mujeres, El bombardeo de Pisagua.
Muchas de ellas alcanzaron éxito rotundo. No en vano se decía que Salaverry, después de Manuel Ascencio Segura, era uno de los autores teatrales peruanos más afortunados de la época. Sin embargo, con el correr de los años, muchas de estas obras han venido a menos y hoy, casi todas, permanecen relegadas al olvido. Todas ellas, por imposición de la época, están escritas en verso. Pecan de artificiosidad por las truculencias impuestas por el romanticismo. Abundan los largos monólogos confesionales; y los personajes, héroes de opereta, que por aquellos años arrancaron nutridos aplausos, llegan a nuestros días como seres exóticos y estrafalarios, dándonos testimonio de una época ardorosa y sonámbula que el pragmatismo de ahora hace inadmisible.







Acuérdate de mí

¡Oh! cuánto tiempo silenciosa el alma
mira en redor su soledad que aumenta
como un péndulo inmóvil: ya no cuenta
las horas que se van!
No siente los minutos cadenciosos
a golpe igual del corazón que adora
aspirando la magia embriagadora
de tu amoroso afán.

Ya no late, ni siente, ni aún respira
petrificada el alma allá en lo interno;
tu cifra en mármol con buril eterno
queda grabada en mí!
Ni hay queja al labio ni a los ojos llanto,
muerto para el amor y la ventura
esta en tu corazón mi sepultura
y el cadáver aquí!

En este corazón ya enmudecido
cual la ruina de un templo silencioso,
vacío, abandonado, pavoroso
sin luz y sin rumor;
Embalsamadas ondas de armonía
elevábanse a un tiempo en sus altares;
y vibraban melódicos cantares
los ecos de tu amor.
Parece ayer! ...De nuestros labios mudos
el suspiro de ¡"Adiós" volaba al cielo,
y escondías la faz en tu pañuelo
para mejor llorar!
Hoy... nos apartan los profundos senos
de dos inmensidades que has querido,
y es más triste y más hondo el de tu olvido
que el abismo del mar!

Pero, ¿qué es este mar? ¿qué es el espacio,
qué la distancia, ni los altos montes?
Ni qué son esos turbios horizontes
que mira desde aquí;
si al través del espacio de las cumbres,
de ese ancho mar y de ese firmamento,
vuela por el azul mi pensamiento
y vive junto a ti:

Si yo tus alas invisibles veo,
te llevo dentro del alma estás conmigo,
tu sombra soy y donde vas te sigo
por tus huellas en pos!
Y en vano intentan que mi nombre olvides;
nacieron, nuestras almas enlazadas,
y en el mismo crisol purificadas
por la mano de Dios.

Tú eres la misma aún;
cual otros días suspéndense tus brazos de mi cuello;
veo tu rostro apasionado y bello
mirarme y sonreír;
aspiro de tus labios el aliento
como el perfume de claveles rojos,
y brilla siempre en tus azules ojos
mi sol, ¡mi porvenir!

Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido;
mi nombre está en la atmósfera, en la brisa,
y ocultas a través de tu sonrisa
lágrimas de dolor; pues mi recuerdo tu memoria asalta,
y a pesar tuyo por mi amor suspiras,
y hasta el ambiente mismo que respiras
te repite ¡mi amor!

¡Oh! cuando vea en la desierta playa,
con mi tristeza y mi dolor a solas,
el vaivén incesante de las olas,
me acordaré de ti;
Cuando veas que una ave solitaria
cruza el espacio en moribundo vuelo,
buscando un nido entre el mar y el cielo,
¡Acuérdate de mí!











BIBLIOGRAFÍA
Ø  BASADRE JORGE        :         HISTORIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ, 1822 – 1933, Octava Edición.
Editado por el diario “La República de Lima” y la Universidad “Ricardo Palma” impreso en Santiago de Chile 1998.

Ø  CORNEJO POLAR, ANTONIO: HISTORIA DE LA LITERATURA DEL PERÚ REPUBLICANO – TOMO VIII. PERÚ REPUBLICANO LIMA, EDITORIAL MEJÍA BACA 1980.

Ø  ENCICLOPEDIA ESTUDIANTIL SANTILLANA: LENGUAJE Y COMUNICACIÓN Z/ LITERATURA.

EDITADA POR ANAHÍ BARRIONUEVO, DISEÑO LAURA SILVA, IMPRESO EN AV. SAN FELIPE 731 – JESÚS MARÍA – LIMA – 2005.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.