CUENTO LOCAL
“JUANITA, LA JOVEN QUE SALVÓ A
SU PUEBLO”
En el pintoresco valle del Chira,
en el año 1968. Los campesinos tan pobres, trabajaban en las haciendas, sus
dueños, los gamonales tenían cientos de hectáreas y pagaban un mísero jornal
económico que explotaban de esa manera. Los campesinos tenían unas pequeñas
parcelas donde sembraban: maíz, frejoles, yuca, árboles frutales, etc. No
podían sostener a sus familias.
En la hacienda “San Enrique”
había una laguna rodeada de totora y otras hierbas, ahí las mujeres del pueblo
iban a lavar y llevar agua a sus hogares. Entre ellas, una jovencita muy
hermosa llamada “Juanita”, muy apreciada por los platónicos mozos del lugar,
llegaba todos los días. Cierta mañana de primavera, ante un esplendor sol que
irradiaba mucho calor, apresurada y cantando se sorprendió que se movían las aguas
escuchando una encantadora música, de pronto apareció un caballero misterioso,
vestido de muchos colores quien dulcemente expresó: “Muchas veces te he visto y
me enamorado de ti y vive para siempre conmigo de mi reino que se halla en el
fondo de esta laguna, a cambio de una fortuna para que tus padres y demás gente
del pueblo vivan felices y salgan de la miseria en que están. Sembrarán en el
futuro banano orgánico, un gran negocio”. Ella, conteniendo su respiración y
asustada corrió hacia su casa. Por mucho tiempo no regresaba a la laguna.
Habiendo pensado, volvió a la
laguna y acepto el sacrificio para su pueblo, dejando una carta a sus padres
explicando el motivo de su desaparición.
En la actualidad, muchos pueblos
siembran banano que exportan al extranjero y viven en buenas condiciones.
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