EL MADERO SAGRADO
En el pueblito de Chocán a 30 minutos de
Querecotillo, es un lugar donde siempre se ha caracterizado por ser sumamente
agrícola, el valle es esplendoroso y sus habitantes viven contentos
por el regalo que Dios les dio. haya a mitad del siglo XVI, sucedió algo
extraordinario, algo sobrenatural, sorprendente e inexplicable.
Un
día un leñador salió de faena al campo como todos los días para llevar leña a
su hogar, cierto día caminando por las orillas del río hablador se encontró
curiosamente con un madero que contemplarlo le causo extrañeza y zozobra,
puesto que dicho madero tenía una forma pintoresca de ser alguien conocido que
te extiende y te abre las manos como símbolo de amor, acogida y amistad. Por
gran rato el humilde leñador lo contempló tratando de encontrar una respuesta
de lo que estaba sucediendo. El humilde leñador se acercó para observar más de
cerca dicho madero y al tocarlo quedó maravillado al poder sentir la lisura de
Sagrado Madero. Después de varias el buen hombre decidió cortar dicho madero,
tomó el hacha y lo lanzó sobre el madero y al primer tajo ¡Sorpresa! el Sagrado
Madero empezó a brotar sangre en medio de tanto misterio el leñador sintió
mucho temor ante lo que estaba sucediendo. Era algo increíble, pero una realidad.
La sangre se perdía entre las orillas del río, y por segunda vez el buen hombre
lanzó el segundo hachazo y volvió del madero a brotar sangre, el leñador no
pudo contener su emoción y gritó a los cuatro vientos ¡Milagro! Milagro! El
“Señor está con nosotros” gritaba, pero nadie lo escuchaba, entonces hizo
grandes esfuerzos para esconder el madero y así se fue al pueblo corriendo a
pasar la voz a sus vecinos que con mucha fe y devoción corrieron hasta
el lugar donde había guardado el Sagrado Madero, todas las gentes que fueron al
lugar quedaron sorprendidas incluso los que fueron por curiosear, pero don
Tomás un hombre que aún viendo no creía
ya que en esos momentos aún seguía brotando pizcas de sangre. Todos
contemplaban y se preguntaban si era Dios quien estaba con ellos, el pueblo
estaba enterado de lo acontecido de éste hecho tan sorprendente que había
sucedido a las orillas del río. No dudaron y lo llevaron al cerro más cercano
(hoy cementerio Chocán) y le hicieron una pequeña choza hasta esperar si algún
día alguien pudiera esculpir una efigie y poder rendirle culto, a la espera que
Dios les envié a alguien a un escultor pudiera esculpir una efigie. Pasó mucho tiempo desde que se encontró el
madero hasta que por el pueblo se cruzó un anciano de gran barba y cabellos
entre blancos, con un palo grande que lo usaba de bastón era un escultor –
nadie supo de donde venía ni de donde
era – los lugareños se preguntaban si este anciano les quería ser su ansiado
Cristo ¿Cuánto nos cobrará por confeccionar un cristo crucificado con aquel
madero? – Se preguntaban los lugareños – conversaron con el anciano lo llevaron
hasta el cerro donde se encontraba el Sagrado Madero. El anciano lo contemplo
fijamente y después de se ofreció sin cambio a nada a confeccionar el
Crucifico, lo único que pidió fue comida
y soledad por tres días; eso significaba que nadie lo debía visitar hasta
llegar al tercer día. Así fue pasó el primer día y los pobladores estaban
impacientes por llegar al tercer día; pasó el segundo día y se acrecentaba más
la curiosidad de lo que estaba pasando al interior de aquella humilde choza.
Llegó el tercer día y al atardecer todo el pueblo se reunió para juntos ver
contemplar lo que había sucedido; grande la sorpresa para todos al abrir la
puerta y encontrar en el fondo de aquella chocita la Imagen perfecta
de un cristo crucificado, un Cristo dando el último suspiro de su vida,
cristo en su última agonía. Al contemplarlo todos quedaron admirados ante tanta
belleza que invitaba a la piedad, todos de rodillas lloraban de alegría por tan
bello milagro de la providencia divina. Lo curioso de este gran acontecimiento
es que no encontraron al anciano y algo mucho más sorprendente fue encontrar
todos los alimentos de los tres días intactos. Ahora todos se habían dado
cuenta que Dios estaba verdaderamente detrás de tantos acontecimientos
extraordinarios. A partir de aquel entonces el pueblo se reunió comenzando así
a celebrarse una festividad en honor a aquel cristo crucificado en la que
participaban todos los pueblos cercanos que acudían en peregrinación. Año tras
año la festividad crecía y creía.
La
noticia se extendió por todo el valle y es así como fue tomando fama aquel
Cristo Crucificado, cargado de milagros. Recurrían a el hombres y mujeres,
blancos y negros, ricos y pobres gentes de todas las razas y clases sociales
ante la presencia del Cristo Crucificado todos eran iguales. Después de un buen
tiempo el cura de Querecotillo, partió en busca de aquel Cristo tan famoso,
quedando maravillado por tan bella imagen. Días van y días vienen. El cura
dispone que aquel Cristo tan perfecto no
merecía estar en un lugar tan rústico y es así que ordena que sea llevado al templo central. En un primer momento la
población se resistía a dicha orden, pero al final de toda esta riña, el cura
cumplió lo que se había propuesto. Algo curioso sucedió al intentar trasladarlo al templo central y es que al
querer cargarlo se dieron con la sorpresa de no poder levantarlo debido a su
gran peso; y después de tanto esfuerzo y sacrificio se logró llevar al Cristo
Crucificado al templo central; el pueblo se quedó enmudecido frente tanta
injusticia que se había cometido. Días de luto y días de llanto el pueblo
sufrió.
Al
poco tiempo algo inexplicable sucedió ya que la imagen del Cristo Crucificado
regresó a su lugar de origen. Muchos del pueblo lo vieron caminar y enmudecidos
terminaron sin hablar. Al poco tiempo y por encargo del cura se lo volvieron a
llevar. Muchas fueron las ocasiones en que se volvía a regresar.
En
el pueblo se le comenzó a rendir culto en el que participaban en peregrinación
gente de muchos lugares; todos ellos participaban con devoción recibiendo de
Él, grandes milagros y beneficios espirituales y materiales. Tan grande era la
devoción y la concurrencia que decidieron realizar varias fiestas durante el
año con el fin de que todos pudieran rendirle homenaje.
Enterado
el gobernador de la provincia de la existencia de este Cristo Crucificado tan
milagroso se vio en la necesidad de querer conocerlo quedando admirado de tanta
belleza y riqueza religiosa. Nadie se imaginaba lo que posteriormente iba a
suceder, puesto que el gobernador junto con el prefecto al ver en una de sus
fiestas la cantidad de peregrinos que llegaban de todas partes y las riquezas que dejaba como ofrendas al Cristo
Crucificado decidieron trasladarlo hacía la catedral ya que según ellos era el
lugar más adecuado para rendirle el verdadero culto que se merecía dicha
imagen. Enterado el pueblo de esta
situación se puso en pie de lucha con el fin de no dejarse arrebatar aquella
imagen tan valiosa y tan perfecta. Muchos conflictos hubieron incluso luchas
existieron pero al final y al cabo la justicia de Dios prevaleció quedándose
donde debía estar.
Grandes
eran los prodigios y milagros de esta imagen, los ciegos volvían a ver, los
sordos escuchaban y paralíticos andaban; en tiempos de sequía acudían y los
escuchaba, en tiempos de epidemias imploraban su protección y el sanaba. La
fuerza de lo sagrado en su mirada era tan fuerte que todos no le podían resistir
su mirada fija e incluso muchas mujeres embarazadas al intentar mirarlo
abortaban.
Durante
una guerra los invasores llegaron a dominar todos los pueblos que se
encontraban alrededor donde se veneraba la imagen prodigiosa donde se
encontraba del Cristo Crucificado, e incluso muchos de los templos invadidos
fueron tomados como campamentos del ejército invasor. Les tocó invadir el
pueblo donde se encontraba la imagen e intentaron ingresar por la puerta
principal lo cual no pudieron realizar puesto que al intentar abrir la puerta
principal la llave se quebró ingresando luego por la puerta del perdón, grande
fue la sorpresa al encontrarse con la imagen de Cristo Crucificado cayendo de
rodillas pidiendo perdón. Salieron del pueblo sin cometer ningún tipo de violencia
sobre el templo y sobre la población; fue un milagro murmuraron todos el Señor
de la Buena Muerte los protegía y los ciudaba.
Después
de muchos años de festividades y milagros
una gran tragedia sucedió. Alguien dijo ¡fuego! Se quema la casa del Señor
eran las nueve de la mañana y un gran incendió consumía el altar, lugar donde
se encontraba la imagen del Cristo Crucificado. Entre gritos y llantos el
pueblo trato de apagar el incendió con tierra agua y arena pero no lo logró.
Las calaminas con gran fuerza el fuego las hacia volar como si la furia del
Señor se hubiera volcado sobre la humanidad. Algo asombroso sucedió; todos
vieron salir una inmensa paloma blanca que se perdía en medio del humo
provocado por el incendió; ¡SE NOS VA EL SEÑOR! decía la muchedumbre,
¡CONVERTIDO EN PALOMA SE NOS VA EL SEÑOR!. después de haber logrado sofocar el
incendió y al llegar al lugar donde se encontraba el buen Señor, el ya no
estaba se había ido. Solo una parte de su cuerpo nos dejó una parte del dedo de
la mano derecha nos dejó. DÍAS DE LUTO Y DÍAS DE LLANTO EL PUEBLO SUFRIÓ LA
PARTIDA DEL CRISTO CRUCIFICADO EN MEDIO DEL INCENDIO SE PERDIÓ.
Largos, dolorosos y profundos fueron los días de luto de la
población lloraban la partida de su adorada imagen que tanto amor y fervor lo
habían conservado a lo largo de mucho tiempo.
Cuentan los lugareños que a partir de las
doce de la noche en el mismo lugar donde el divino escultor esculpió la imagen
se llega a divisar una luz incandescente, cuentan que don Julio pasó cerca del
lugar cierto día a las 12 de la noche y empezó a escuchar voces en las que
oraban y rezaban, ¿Quiénes serán? se preguntó – subió al cerro y cuando llegó
se dio con la sorpresa que no había nadie – ¿hay chocancito por que me haces
esto? – se preguntó – del susto se le enfrió todo el cuerpo y salió corriendo
de del lugar. Han pasado más de 400 años desde aquel hecho extraordinario y aún
el Señor sigue con el hombre y lo acompaña en cada instante, en cada jornada en
cada acto.
“DIOS PRESENTE, AYER HOY Y
SIEMPRE”
Por. GZC & WCD
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.