EL DÍA QUE SE FUE LA LUZ
Cuenta que un buen día, el sol decidió dejar de
brillar en las alturas de los Andes y se cubrió con una gran capa que lo tapaba
todo.
En
la Tierra, la gente estaba muy asustada.
Se
escuchaba decir:
-
¡Dios mío, qué está pasando! ¡Qué hemos hecho tan mal! ¡Ayúdanos!
El clima cada vez era más frío. Las plantas
morían por falta de luz. Los animales dormían todo el día, pues pensaban que
aún era de noche. Los niños no podían estudiar, porque todo estaba oscuro y no
había suficientes velas para alumbrar.
Finalmente, decidieron que alguien debía ir a
lo alto del cielo y preguntar al Sol porque ya no daba luz ni calor.
- Yo puedo volar muy alto. Iré a hablar con el
Sol – dijo un cóndor.
Así que el cóndor partió hacia el cielo.
Cuando llegó a lo más alto, preguntó:
- Amigo Sol, ¿por qué nos niegas tu luz y tú calor?
- Es que estoy molesto con las personas –
respondió el sol -. Yo les doy luz para que los árboles y
animales crezcan, ¿Y
qué hacen ellos? ¡Queman bosques enteros y matan animales por diversión! No
merecen ni mi luz ni mi calor – remató, muy ofendido.
El cóndor regresó volando a la Tierra y les
contó a todos lo que el Sol le había dicho.
Todas las personas prometieron cuidar mejor de
las plantas y los animales, y le pidieron al cóndor que transmitiera al Sol el
pacto que habían hecho.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxTmPoVNQJxop6Ilc1v4yuwzbJt4AOMV1osfUZuGb_gZhl3wVAWR3tOskOZmRrRaNQPfK1BfDM6cdYrgYaPBwzHAky_koIEir58Ry4VZLgsc0M7K-dw0O0Q55J0zxdClKUuTDmVDr6ol3K/s200/3.jpg)
Hasta el día de hoy, el sol desde lo alto
continúa vigilando que todos cumplan su promesa.
Fuente:
Ministerio de Educación (MINEDU)
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