PIURA ANTES Y DESPUES DE 1532; EN LA
BÚSQUEDA DE NUESTRA IDENTIDAD
Edwin Vegas Gallo
"Anoche estuve en Piura,
anoche, a media noche, por ventura,
ansioso de mirarla, reandarla,
sentirla
y aspirar su terrígena fragancia
para, como el gigante mitológico,
recuperar mis fuerzas al
pisarla".
Estos versos sentidos de don Enrique
López Albújar fueron escritos en 1951 cuando el ilustre escritor se encontraba
en Tacna y forman parte de su poemario "Lámpara Votiva". Lámpara
Votiva, es en efecto la expresión de una pasión inquieta y torturada que se
torna en añoranza a la tierra. Piura, es un jalón entrañable al terruño. Piura
es la historia misma que habla por la boca de los abuelos y las abuelas. Es un
potito de chicha para aliviar la sed bajo el sol calcinante. Piura es luz y
cromatismo en las pupilas de Ignacio Merino, Felipe Cossío, Genaro Martínez
Silva o Antonio Maro. Piura es ese aroma de diamelas que se expande en la
ramada. Es ese fervor desbocado que se convierte en un mar de peregrinos que
como en los tiempos de la edad media peregrina hacia Paita, Ayabaca, o
Querecotillo.
Cuando empezaba a preparar el presente
"paper", me preguntaba ¿cuánto conozco de la historia de Piura ? ¿qué
recuerdos tengo de Piura de la década de los 50 y 60 del siglo pasado? ¿por qué
Piura, Provincia ; tiene un IDH de 0,560 (en el 2000) y ocupa el lugar 61 en un
ranking de 194 provincias? ¿cuál es el capital que tenemos en Piura? ¿ cual es
la identidad piurana o la "piuranidad" ? y lo más importante ¿ que
futuro dejamos a las siguientes generaciones de piuranos?. Pues bien; Estas
interrogantes trataremos de responder en los próximos 30 minutos siempre siendo
proactivos y en el marco de un desarrollo sustentable para nuestra "patria
chica" Piura, de la cual tallanes, ayahuacas, huancapampas y capullanas
nos debemos sentir orgullosos.
Al tratar de responder ¿ cuánto se de
la historia de Piura?; obligadamente tuve que sumergir mi memoria histórica al
año 1960 y siguientes y resultó que de mis estudios primarios, sólo recordaba
que en algún momento me enseñaron y obligaron a recitar de paporreta el nombre
de los 14 incas, que dicho sea de paso en este momento no los recuerdo todos;
sólo me quedan Manco Capac, Yahuar Huaca, Lloque Yupanqui, Capac Yupanqui,
Huáscar y Atahualpa. De la secundaria recuerdo a mi profesor D. Julio Galarreta
y no recuerdo algo que le haya dedicado a la historia de Piura. Recuerdo que la
enseñanza se limitaba al incanato, al mundo andino, a las culturas costeñas
mochica chimu; y para de contar. Sin duda eran currículos centralistas que solo
miraban a la historia del Perú con Manco Capac y Mama Ocllo saliendo del lago
sagrado de los incas fundando su imperio con todo su esplendor, por allí
recuerdo que llegaron los conquistadores, tres eran aquellos, capitaneados por
Francisco Pizarro y que entraron por caleta Cruz en Tumbes. Que emoción
recordar cuando el maestro José Campos Campos armó una excursión para ir desde
Querecotillo mi pequeña patria a conocer el lugar donde desembarcó Pizarro. Por
allí ya recuerdo que en mi mente adulta se me prefijo " Piura primera
ciudad fundada por los españoles en América del Sur". Resumiendo, no me
enseñaron nada de Piura y de su historia y mucho menos de su geografía y
ecología. Mucho me temo que ahora, 40 años después; se viene dando esta
enseñanza que a todas luces no contribuye a forjar la "piuranidad"
tan reclamada.
Hoy más o menos a nuestros hijos se
les enseña con la siguiente secuencia de pensamiento histórico: "el
territorio donde se extiende el actual Departamento Costeño de Piura estuvo
habitado en tiempos remotos por los Tallanes. Posteriormente, la zona tuvo
influencia del reino Chimú, y desde los años 500 a.C. hasta 500 d.C. floreció
Vicús, la cultura local (Diario El Tiempo, 30/09/03).
Para ventura nuestra los estudios pioneros
de María Rostworowski y el descubrimiento de la cerámica vicús en el alto
Piura, hicieron posible que los investigadores centraran su atención sobre las
culturas que se desarrollaron en la región piurana, muchos siglos antes de
1532; año de la llegada de Pizarro y sus huéstes.
Así; ahora conocemos, que la historia
humana de la región de Piura, se remonta a 12 mil años atrás. Al respecto Anne
Marie Hocquenghem (1998) en su libro Para vencer a la muerte - auspiciado por
nuestra Universidad Nacional de Piura-libro, que dicho sea de paso constituye
una valiosísima síntesis sobre el estado de la historia y arqueología de la
región de Piura; argumenta una tesis novedosa y revolucionaria; según la cual;
los pobladores originarios de la región pertenecieron al complejo cultural
protojívaro, quienes a diferencia de los pueblos centroandinos; como los
mochicas que generaron una civilización del desierto basada en construcciones
hidráulicas; las que a su vez exigían organizaciones sociales de carácter
despótico-oriental; aquellos los protojívaros, se desarrollaron en una región
signada por la abundancia, configuraron una civilización propia de los bosques
secos y húmedos basada en la agricultura de temporal y la caza y pesca; dentro
de una organización de carácter más bien tribal.
Siguiendo a Hocquenghem op.cit., para
entender entre el pasado y el presente; es decir el tiempo transcurrido entre
el 10000 a.C. a 1532, año del desembarco en estas tierras de Francisco Pizarro;
citaré un párrafo de Miguel Gutiérrez de su novela La violencia del tiempo; que
sintetiza lo que pudo haberse dado en el pasado remoto:
¿ Quién al caminar por los estériles
arenales, los abandonados despoblados y solitarios cerros, no ha cruzado la
huella de los gentiles que los poblaron antes de la llegada de los españoles
con sus cruces y sus espadas , sus vidrios y sus mayólicas,? ¿Quién no ha
soñado con descubrir en el fondo de las memorias de la historia, los templos,
los palacios, los tambos, y con apoderarse de los tesoros de oro y de plata,
lapislázuli y de turquesa acumulados en las profundidades de otro tiempo? ¿ Y
quién no ha oído ,al acercarse a los cementerios donde yacen en mantos de
algodón autóctono, bajo arenas perpetuas, en extensiones de otro mundo, juntos
con sus utensilios de cobre, sus ollitas plateadas , sus ornamentos de metales
preciosos y de chaquiras, las voces de los antepasados que cuentan sus glorias,
claman por venganza e imponen respeto?
El niño Isidoro Villar, que la
violencia del tiempo volverá hombre de camino, personaje surgido de la mente
afiebrada de Miguel Gutiérrez, desea que el San Pedro Alucinógeno le muestren
lo que ocultan los grandes arenales y los médanos.
" ... las arenas removidas por
vientos huracanados dejan antes sus ojos maravillados, ciudades, fortalezas,
templos , talleres artesanales con orfebres que trabajan el oro y las piedras
preciosas, con tejedores que urden ricas y vistosas mantas , con ceramistas que
labran los más variados utensilios de arcilla ornamentada: platos ,vasos,
vasijas , cántaros, huacos escultóricos, ve también campos labrantíos
ubérrimos, verdes, coloridos, perfumados y frescos, y por último ve la tumba,
donde entierran , luego de embalsamarla y colocarle las mas bellas joyas y
amortajarla con los más ricos fardos funerarios, a una bellísima princesa de
quince años, hija preferida de la Capullana de la región. Fascinado el niño
quiere vivir y morir en esta ciudad e intenta penetrar por sus calzadas, pero
de nuevo se desencadenan furiosos vendavales que arrastrando las arenas vuelven
a sepultar la prodigiosa visión. El muchachito llora inconsolable, pero la voz
de San Pedro lo consuela, diciéndole que todavía no esta preparado para vivir
entre sus antepasados. Pero al cesar la voz y desvanecerse las visiones tiene
entre sus manos objetos de oro engastados de piedras preciosas y hermosos
huacos tanto negros con motivos zoomorfos como polícromos y de carácter
escultórico."
(Gutiérrez 1988: 62-63).
Piura en 1532
Esta ciudad nuestra de San Miguel de
Piura, cuatro veces centenaria; tiene una tradición y un abolengo. Fundada por
los conquistadores en los primeros días de su ingreso al Perú, su historia,
post conquista, cubre cuatro siglos (exactamente 471 años).
En realidad, Piura no se halla en su
ubicación actual sino desde 1588. Antes de esa fecha y por algo más de
cincuenta años, su destino había sido trashumante. Por esta razón Don Néstor
Martos llamó a Piura "la ciudad volante", en frase gráfica con la que
aludía a los cambios de ubicación de la ciudad.
Fundada en 1532, ( 15 de Julio para
Enrique del C. Ramos; 15 de agosto para Jorge Rengel); "en algún lugar de
la margen derecha del río Chira", dentro de los límites de Tangarará. Por
efecto de la malaria imperante en el valle del Chira, fue trasladada al valle
de Piura, en tierras de la hacienda "Monte de los Padres", en un
lugar llamado Pirúa (granero, troje; en aimara); zona más salubre libre del
"mal aire". Sin embargo, no quedó allí mucho tiempo siempre con
cierto carácter de tanteo, se trasladó la ciudad al puerto de Paita, bajo la
advocación de San Francisco de la Buena Esperanza. Según D. Federico Helguero
este traslado debió darse en 1578 debido al "mal de ojo" y las
"calenturas". En Paita, la ciudad hubiera podido permanecer largo
tiempo, sino hubiera sido por las inundaciones, por la dificultad de conseguir
buena agua y leña, y sobre todo por los estragos que causaron los piratas y
corsarios respectivos, Drake y Cavendish, este, saqueándola e incendiándola el
3 de enero de 1587, la arruinó casi totalmente.
Entonces se resolvió volver a
trasladar la población. Se requería un lugar amplio, distante al mismo tiempo
de las amenazas de los corsarios y de las agrupaciones de los indios del valle,
y que tuviera en abundancia "tierras, pastos, agua y leña y buen
temperamento, y las demás cosas necesarias para pasar la vida humana". El
Virrey, D. Fernando de Torres y Portugal, Conde del Villar don Pardo, comisionó
con tal objeto al vecino de Lima, D. Juan Cadalso Salazar. El comisionado
recorrió la región, la vio "por vista de ojos" y en sesión de Cabildo
se acordó establecer la ciudad en el valle de Catacaos, encima de la obra de la
Presa y Tacalá, en el asiento que los nativos llamaban "el Chical".
El nombre que se le asignó fue el de San Miguel de Villar de Piura. La primera
advocación a pedido de los mismos residentes, que deseaban conservar el nombre
que en una anterior fundación se le había dado; y la segunda, como homenaje al
Virrey, que tenía el título de Conde del Villar.
En la Piura del siglo XVI al siglo
XIX; confluyeron dos mundos y se fue gestando una sociedad; de espaldas a su
entorno y a su auténtica historia. No cabe duda que predominó la influencia
hispánica, a través de familias criollo-mestizas; "olvidando" los
genes heredados del linaje ancestral autóctono; del protojívaro aquél.
Sin duda, hubo connotación racista;
conducente no sólo eliminar al otro sino también su ambiente natural y
cultural; desaparecen tal como sus pastores, los camélidos andinos, las alpacas
y llamas. ¿Quién recuerda que estos animales domésticos formaban parte del
paisaje natural del ande piurano, de los valles y del litoral; dónde hoy se ven
vacas, caballos y burros? ¿quién se honra de comer cuyes en Piura?. Se
valorizan los cultivos introducidos: trigo, cebada, habas, alverjas, naranjas,
uvas. ¿quiénes de nosotros podrían describir el sabor del yacón, de la
arracacha, recordar el perfume del tumbo, del chicope?¿quién impide se roben
nuestra biodiversidad autóctona que luego viene en forma de jeans de fibra
natural, de vitaminas y medicinas importadas?.
Lo más penoso y preocupante para mí y
lo escribo en mi libro Hacia un Perú Sustentable; es que esta forma de
desarrollo, de economía con depredación, implantada por los colonos el siglo
XVI continúa con más o menos matices hasta ahora. Esto significa que las
transformaciones de nuestros ecosistemas naturales, se han basado
principalmente en la obtención de productos usando criterios eficientistas de
la relación costo-beneficio que a la larga se ha traducido en una explotación
subrepticia de los recursos, bien del ecosistema y/o de la población alterando
la interacción hombre-naturaleza.
Esto me lleva a pensar en el incómodo
puesto que ocupa la provincia de Piura-y la región en general-en el ranking de
desarrollo humano. La respuesta la tenemos que buscar a partir de la memoria
histórica de la región; en que seguimos con un modelo de desarrollo basado en
una agricultura y pesca insustentable. La precaria situación del agro y
pesquería piurana está ligada al carácter incipiente y artesanal de su industria
y a la pequeña escala del comercio de productos. Estos sectores, con toda
seguridad; han sido los más afectados por los procesos económicos recesivos de
los años 1990.
Retorno a Piura en la entrada del
siglo XX , y la ciudad se desarrollaba con calles menos rectas y casas menos
ostentosas , que en otras ciudades del País, ¡PERO CON QUE SEÑORÍO Y QUE
PROSAPIA! (Aurelio Miró Quesada Sosa).
Aquí cito a Mario Vargas Llosa en la
UNP (2002): "Piura es lo que José María Arguedas decía del Perú como una
virtud: es una tierra antigua cuando uno mira hacia atrás; no ocurre como en
muchas otras partes ver un vacío o una historia recientísima que de pronto se
eclipsa, no, la historia de Piura se pierde en la noche de los tiempos y todo
lo que ha ido pasando está siempre allí y es un cimiento maravilloso para
apoyarse, no para quedarse congelados mirando el pasado sino para proyectarse
hacia el futuro.
Esto me lleva a las preguntas ¿Cuál es
el capital de Piura? y ¿qué futuro tienen las siguientes generaciones de Piuranos?
Piura y la inteligencia
¡Claro que tenemos futuro en esta
ciudad y región nuestra; cuya historia poblana se remonta a 12000 años atrás; 4
veces centenaria de fundación española. Ciudad marcada por la gloria de lustre
guerrero, de las Ciencias y de las artes tiene el mejor Capital que existe: los
piuranos y su inteligencia. Así como ayer; vió nacer, bajo su cielo claro y
entre el calor intenso y sostenido de su clima; a científicos como Cayetano
Heredia, a un pintor como Merino, a un poeta romántico y purísimo como Carlos
Augusto Salaverry, y a Miguel Grau, nuestro héroe más representativo y más
señero; hoy tenemos el privilegio de que sea cuna de nacimiento de Miguel
Gutiérrez Correa, Miguel Marticorena y Jorge Martos y cuna de adopción de Antonio
Mabres, quién proveniente de allende los mares se quedó entre nosotros para ser
un piuranísimo; más piurano que el cebiche y los mismo chifles.
Hay que felicitar a la Municipalidad
Provincial de Piura por reconocer a estos 4 piuranos que implícitamente representan
la inteligencia nuestra.
Considero es un deber elemental de
gratitud el homenaje a estas 4 inteligencias piuranas contemporáneas que
brillan con luz propia. En esta propicia ocasión rendimos homenaje a Miguel
Maticorena Estrada, un historiador insigne y actual docente de San Marcos. A
don Marco Martos Carrera, poeta y maestro universitario. Y a un escritor, sin
temor a equivocarme, el más representativo de Piura y del Perú don Miguel
Gutiérrez Correa cuya producción narrativa ha dejado huella e impronta en el
alma piurana.
Miguel Maticorena Estrada, es un
insigne historiador piurano discípulo de Porras, erudito conocedor de las
fuentes del siglo XVI. Toda una vida consagrada a la investigación y al
estudio, a la docencia y a la decencia de una vida académica ejemplar en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. A él que es una sólida columna en los
estudios de investigación histórica bien merece una cátedra abierta en las
universidades de Piura para que los jóvenes historiadores que se forman en
nuestras universidades se nutran de su sapiencia.
Marco Martos, apareció en el
firmamento de la poesía peruana en los años 60. Su vocación literaria es
paralela a su pasión por el ajedrez. Discípulo de Washington Delgado. Como ha
señalado Marco. " Escribir poesía me apasiona y me desespera, es una
voluntad y un desgarramiento". Su primer libro se titulo " Casa
Nuestra". El segundo que apareció en 1970 se llama "Cuaderno de
Quejas y Contentamientos". Martos es un poeta que nutrió su afecto por las
letras dragoneando en el periodismo como su padre don Néstor Martos Garrido.
Martos nació para las letras y la creación.
Miguel Gutiérrez Correa, como sostiene
Washington Delgado es un narrador de profundidad psicológica que presenta la
realidad tal como es con una audacia sin paralelo en la literatura peruana.
Miguel Gutiérrez, nos ha entregado entre sus creaciones con tópico piurano: El
Viejo Saurio se retira (1969), Hombres de Caminos (1998), La Violencia del
Tiempo (1991), La Destrucción del Reino (1992), Babel , el paraíso (1993),
Poderes Secretos (1995) y recientemente El Mundo sin Xóchitl.(2001). Con Miguel
Gutiérrez, en la narrativa piurana bien se puede hablar de la literatura
piurana antes de la aparición de El Viejo Saurio se retira y después de su irrupción
acabando con los viejos mitos de la piuranidad recorriendo con furor compulsivo
las calles de Piura en pos de sus memorias.
Me he reservado por razones del
corazón mi reconocimiento y gratitud, a un piurano de adopción y a un amigo. El
doctor Antonio Mabres Torelló, ex rector de la Universidad de Piura con quien
ha sido posible establecer un puente de amistad y contribución académica entre
la Universidad de Piura y la Universidad Nacional de Piura. De Antonio Mabres
puedo dar testimonio de su vocación científica. Este esfuerzo se ha compartido
en PROAVES, una Ong dedicada al estudio de la ornitología regional. Antonio
vino de Europa con ilusiones y académicos afanes. En Piura dio cauce a sus
aspiraciones, a esa entrega silenciosa y apasionante de forjar las esclarecidas
inteligencias que Piura necesita. Nacido en Cataluña hoy a fuerza de lealtad y
cariño se ha convertido en una piurano que cree en los frutos de la educación y
el esfuerzo.
Debo a Antonio Mabres una profunda
admiración y amistad. Su preocupación por el futuro de Piura es con legitimidad
un anhelo compartido. Yo saludo desde esta tribuna su gesto noble y humano.
Antonio Mabres nos ha dado una viva lección de humanismo. Es la inteligencia
que vino desde Europa pero que se afincó en Piura y se hizo piurana. No es
fácil este gesto porque implica asumir el alma del pueblo que lo acoge. Los
piuranos que somos agradecidos y querendones entendemos como Pascal que el
corazón tiene razones que la propia razón no entiende porque son parte de los
sentimientos.
Quiero con palabras reafirmar este
homenaje a cuatro piuranos, que no sólo dejan bien el nombre de Piura sino que
brillan con luz propia en el firmamento intelectual del Perú.. En un mundo en
donde lo global aplana con descomunal presión las individualidades. Ser
nosotros mismos es una tarea ineludible e impostergable. Creo que tenemos una
tarea pendiente la de divulgar la producción intelectual de estos hombres a las
nuevas generaciones a los niños y jóvenes para que leyendo sus libros aprenden a
mantener ese vivo humanismo que nos nutre de esperanza frente a la desolación
de las estadísticas.
Esta Piura que hoy nos congrega
podemos resumirla en un credo que nuestro amor por la tierra nos ha enseñado y
que resuena como una campana que agita nuestras conciencias.
CREO en las fuerzas ancestrales de mi
tierra
CREO en la inteligencia de quienes
anhelaron su grandeza y trabajaron con denuedo por hacerla próspera.
CREO en la sangre gloriosa e invicta
de sus hijos derramada en infaustas guerras.
CREO en la humanidad patente del
Almirante Miguel Grau que simboliza la plenitud de los valores humanos y
cristianos.
CREO en el imperio del derecho,
heredad de un tribuno como Ignacio Escudero y luchadores sociales como Luciano
Castillo e Hildebrando Castro Pozo.
CREO en la alegre expresión del
chicherío donde el ¡salud! es una intensiva práctica de democracia pueblerina.
CREO en la significación humana y
profunda de un sonoro tondero.
CREO en la esperanza que siembran sus
mujeres bellas e intensamente apasionadas en la solidaridad y el trabajo.
CREO en el poder de la palabra de sus
poetas y escritores que como Marco Martos y Miguel Gutiérrez nos empujan hacia
el porvenir.
CREO en el futuro cimentado en la
educación sin exclusiones.
CREO en mis padres, en los padres de
mis padres, en los padres de aquellos; en los hombres y mujeres de Piura que
llenan nuestra existencia con palabras de fe en el futuro
CREO en esta de Piura que aspira a un
futuro diferente.
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